LOS OJOS SIN ROSTRO. De George Franju
El doctor Genessier secuestra hermosas muchachas y les arranca la piel del rostro para efectuar operaciones en el rostro desfigurado de su otrora bella hija, con el fin de devolverle la gracia primigenia. Pero las operaciones aún no son perfectas, y el rostro terso, paulatinamente, vuelve a degradarse, por lo que el profesor precisará matar una y otra vez…
Cabe destacar la banda sonora que es increíble, y en su tono circense dota a la película de una expresión peculiar, sobre todo al inicio cuando comenzamos a meternos poco a poco en la historia. Además de estar filmada en un impecable blanco y negro que siempre viene a bien para crear la atmósfera adecuada.
Muy buena película, gran ejemplo de que el buen cine de terror no debe ser obligadamente monstruosas criaturas sobrenaturales ni litros y litros de sangre y plástico carbonizado.
El terror no siempre se expresa entre gritos y enérgicas carreras, un rostro de porcelana de perfil triste y un bisturí de dimensiones perfectas nos encoge en nuestros asientos esperando desvelar el impactante final que transporta las miradas hacia el exterior, en un ambiente enrarecido, oculto, mentiroso... espléndido.